Mejor conocido solo por
“Ricardo Shi”, nació un 17 de febrero de 1996 en San Salvador, El Salvador. Fue el segundo de un par de mellizos, siendo ellos los mayores de 4 hermanos. Desde muy pequeño su padre, Max Martínez, un apasionado caficultor, inculcó en él conocimientos básicos sobre café, su producción y barismo, siendo parte de la quinta generación de caficultores en su familia. Durante ese proceso visitó las fincas de café de su padre frecuentemente, involucrándose en los procesos de corte y peso de café convirtiéndose este ambiente “natural” en uno de sus favoritos. También su padre le inculcó la importancia de conversar y conocer a las personas que trabajaban con él, como el mandamás de la finca, cortadores, los encargados del beneficio y apoyarlos si estaba en sus capacidades. El contacto con las personas puede generar un gran cambio en ellas respecto a la perspectiva que tienen sobre uno.
Sus estudios de primaria comenzaron en 2002 en el “Liceo Salvadoreño”, culminando también ahí sus estudios de secundaria. La institución de fundación Marista reforzó en él los valores cristianos, morales y humanitarios, así como la excelencia académica. Aquí se formó en las ciencias básicas que le llevarían a optar por una carrera en la rama de ingeniería. En el 2010 comenzaría su afán por el running. Este afán lo llevaría a seguir avanzando distancias convirtiéndose en un hobbie de cada fin de semana. Las distancias y tipos de carreras fueron variando, habiendo completado un total de 14 medias maratones hasta la fecha, pendiente de escalar un peldaño más hasta la maratón.
Sus estudios universitarios los realizó en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas desde el 2014, en la carrera de Ingeniería Industrial. Su empeño y buen rendimiento durante este tiempo lo llevó a ser instructor de diversas materias estando desde el 2015 brindando instructorías. Poco después logró ponerse al día respecto a las materias con sus compañeros en el año 2017, siendo importante también porque en otoño de ese mismo año experimentaría su primer intercambio estudiantil en la Universidad Iberoamericana de Puebla. Esta vivencia marcaría su manera de ser y relacionarse con las demás personas ya que abrió las puertas a un mundo nuevo al mostrarle una perspectiva diferente a la de El Salvador, tanto en el aspecto académico como personal. La experiencia fue tal que lo llevó a regresar una segunda vez a la Ibero Puebla un año más tarde, culminando ahí sus estudios universitarios en el tiempo estipulado siendo nuevamente una experiencia que le dejaría nuevas amistades y experiencias. En noviembre de ese mismo año se presentó la oportunidad de prolongar su estadía en la Ibero y realizar su seminario de graduación como Ingeniero Industrial en primavera del 2019, convirtiéndose en el primer alumno de la UCA al que se le autorizó un tercer periodo de intercambio en la Ibero Puebla.